La naturaleza es la mayor fuente de inspiración del hombre. Amamos la naturaleza, la admiramos. Tras su larga evolución (y la nuestra) no podía ser de otra forma. La imaginación no tiene límites, y por ello el arte creado por el hombre tampoco. Y la variedad de alimentos que existen no es infinita, pero tampoco es pequeña. Florent Tanet y Sakir Gökçebag han decidido unir ambos conceptos y crear obras de arte a partir de los alimentos. Si lo hubiesen hecho con elementos artificiales no habría sido tan innatamente atractivo para nosotros, la genética así lo quiere.
Primeras tres creaciones de Tanet, tres últimas de Gökçebag. Ambos vía Colossal
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